El otoño es esa época mágica en la que la naturaleza viste sus mejores colores: dorados, ocres, rojos. Es también un buen momento para viajar, porque muchos lugares bajan su afluencia turística y la luz tiene una calidad especial para fotografiar. Aquí te dejamos cinco destinos ideales para ver un espectáculo de otoño, combinando naturaleza con encanto urbano.
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1. Nueva Inglaterra, Estados Unidos
Por qué ir: quizás el clásico entre los clásicos de “leaf peeping”. Las montañas, bosques y pueblos de esta zona se transforman en un tapiz de tonos rojizos, naranjas y dorados.
Dato interesante: en New Hampshire, la Kancamagus Scenic Highway (Ruta 112) es especialmente famosa por ofrecer vistas panorámicas inolvidables durante octubre.
Ciudad dorada cercana: lugares como Woodstock (Vermont) o North Conway (New Hampshire) lucen un encanto rústico con sus casas de madera, tiendas locales y ese aire acogedor que va perfecto con el otoño.

2. Kioto, Japón
Por qué ir: Japón también vive un otoño vibrante — los “momiji” (hojas de arce) son objeto de culto en la cultura japonesa. Templos, jardines y senderos se llenan de rojo intenso, amarillo y cobre.
Dato interesante: algunos templos, como el Tofukuji, han llegado a imponer restricciones de fotografía en sus puentes durante fechas punta del follaje, para que los visitantes vivan la experiencia con calma y sin aglomeraciones.
Ciudad dorada: los templos cubiertos por hojas rojas con sus tejados antiguos hacen que los sitios culturales se sientan dorados, especialmente cuando la luz del atardecer los baña.

3. Valle del Loira, Francia
Por qué ir: el Valle del Loira combina su famoso paisaje de castillos con viñedos y colinas que se tiñen de dorado en otoño.
Dato interesante: el otoño coincide con la época de vendimia, por lo que puedes ver la transformación del paisaje vinícola: uvas listas para cosechar y viñedos que también cambian su follaje.
Ciudad dorada: pueblos como Amboise, Blois o Saumur lucen su piedra clara bañada por la luz cálida del otoño, generando ese efecto dorado tan atractivo para caminar sin prisa.

4. Bavaria / Selva Negra, Alemania
Por qué ir: Los bosques mixtos de Alemania (abedules, hayas, arces) reaccionan hermosamente al otoño. La región de Baviera y la Selva Negra tienen rutas de senderismo rodeadas de colores terrosos, colinas y lagos que reflejan el espectáculo.
Dato interesante: los bosques europeos tienen especies como el haya (Fagus) que aporta esos tonos dorados más suaves antes de que el follaje caiga, por lo que hay un breve “destello dorado” que muchos fotógrafos cazan en noviembre. Este fenómeno es más sutil que en regiones con arce rojo, pero igualmente encantador.
Ciudad dorada: pensar en ciudades como Freiburg o las aldeas bávaras rodeadas de colinas boscosas da una mezcla de historia, arquitectura de cuento y hojas que hablan de otoño.

5. Vancouver / Columbia Británica, Canadá
Por qué ir: Canadá es un destino emblemático para otoño, y en su costa oeste los cambios se ven con fuerza. Bosques mixtos (con abetos, álamos, arces) se combinan con montañas y lagos.
Dato interesante: en las Montañas Rocosas canadienses, los álamos temblones (quaking aspen) adquieren un tono dorado justo antes de perder sus hojas, y al viento parecen brillar como láminas doradas en movimiento.
Ciudad dorada: Vancouver, con sus parques urbanos (por ejemplo Stanley Park) y accesos naturales cercanos, puede ofrecer “ciudad + bosque dorado” en un mismo viaje.



