Las bebidas sin alcohol se posicionan como la gran tendencia del momento en México: impulsadas por la Generación Z, el crecimiento global y avances en técnicas de sabor, han conquistado bares, tiendas y paladares con propuestas sofisticadas, saludables y llenas de innovación.
En un mundo donde el bienestar y la conciencia consumen protagonismo, el consumo de bebidas sin alcohol vive un auténtico auge. Ya no se trata solo de hidratarse: es una experiencia sensorial, cultural y social con identidad propia. México no es la excepción: destacó entre los mercados de mayor potencial y crecimiento en consumo y producción. A continuación, exploramos por qué las bebidas sin alcohol están transformando el panorama gastronómico nacional e internacional.

Un fenómeno impulsado por la Generación Z

Un estudio de NCSolutions señala que el 65 % de los jóvenes de la Generación Z en México tiene contemplado disminuir su consumo de alcohol en 2025, y el 39 % planea mantenerse sobrio durante todo el año.
Más que una moda, este cambio refleja valores como la salud, el equilibrio emocional y la sostenibilidad, que se traducen en una demanda creciente por alternativas con propósito y sabor.
Innovación que privilegia el sabor y la experiencia

Las técnicas de producción avanzan: se aplican procesos como destilación al vacío y ósmosis inversa para preservar aroma, cuerpo y textura, acercando estas bebidas a sus versiones alcohólicas.
El aumento de bebidas botánicas y herbales, con kombuchas, hidrolatos y destilados 0.0, otorga una complejidad sensorial que seduce cada vez más al paladar gourmet.
Tendencias globales: cerveza y coctelería sin alcohol
Las cervezas sin alcohol crecieron un 9 % en volumen a nivel mundial en 2024, a la vez que la categoría de bebidas alcohólicas generales disminuyó un 1 %.

En coctelería, según Diageo Bar Academy, las opciones sin alcohol y sin azúcar se consolidan como tendencia clave para el verano 2025, priorizando el bienestar, la fermentación y la sofisticación.
Bebidas sin alcohol que valen cada sorbo
Estas son algunas de las etiquetas que están conquistando a consumidores exigentes: no solo por ser libres de alcohol, sino por su calidad, sabor y propuesta estética:

Cervezas 0.0%
- Corona Cero – Refrescante y ligera, perfecta para maridar con comida mexicana.
- Heineken 0.0 – Con el cuerpo y amargor de la original, pero sin alcohol.
- Clausthaler Dry-Hopped – Cerveza alemana con notas cítricas, ideal para paladares más complejos.
- Ambar 0.0 – De origen español, con notas tostadas y color ámbar, perfecta para quien busca algo más intenso.
Vinos sin alcohol
- Pierre Chavin Zéro Blanc y Rosé – Vinos franceses sin alcohol, frutales y elegantes, ideales para celebraciones.
- Sinzero (Chile) – Cabernet Sauvignon y Chardonnay con notas varietales bien logradas.
- Le Petit Béret – Vino francés con perfil gastronómico, elaborado con técnicas de desaromatización en frío.
Destilados botánicos y alternativas de coctelería
- Lyre’s – Alternativas de gin, ron y aperitivos clásicos como el Amalfi Spritz sin alcohol.
- Seedlip – Uno de los pioneros en destilados botánicos, ofrece mezclas como Spice 94 y Garden 108.
- Monday Gin – Sin calorías, azúcar ni alcohol, ideal para gin tonics sin culpa.
- AVEC – Mixers botánicos bajos en azúcar para mocktails sofisticados.
Para el sector gastronómico y de hospitalidad, esto significa nuevas oportunidades: diseñar menús inclusivos, formar al personal en el servicio de estas bebidas, y construir experiencias que respondan a un público que, más que consumir sin alcohol, desea disfrutar con significado.