Maximiliano Villegas tiene 41 años y es consultor en hospitalidad y gastronomía, estratega en comunicación y conductor. Un anfitrión natural que ha hecho de la gastronomía y el turismo dos ejes fundamentales de su trayectoria.
Hoy, combina ambas pasiones en proyectos que van desde el desarrollo de estrategias para chefs y restaurantes hasta la creación de experiencias que buscan construir comunidad alrededor de la mesa.
El reto de elegir un restaurante favorito
Cuando le preguntamos cuál es su restaurante favorito del momento, Max lo tiene claro: no es tan fácil elegir solo uno.
“Creo que es una respuesta muy complicada… en México hay tantos lugares imperdibles: me encanta Pujol, es un clásico. Soy amante de Casa Bell, me encanta toda la esencia clásica que tiene. Me encanta San Ángel Inn. La propuesta de Martínez es para mí un must. Contramar es también un obligado. Un buen francés es Havre 77. Veo también que ahorita la tendencia de los tacos ha estado tremendamente impulsada… pero siempre seré fiel a mis tradicionales de El Tizoncito o los tacos de cabeza en Los Cocuyos.”
Gastronomía y comunicación: dos pasiones que siempre han estado unidas
Max inició su carrera en televisión hace casi dos décadas, pero su interés por la gastronomía viene de mucho antes.
“Mi papá siempre me educó el arte del buen comer y del viajar… con un buen plato, un buen viaje y un buen libro es como disfrutas la vida, porque te conectas con tu cultura y con otras culturas.”
Durante su trayectoria, ha conducido programas en cadenas como Entertainment, TV Azteca, Sony, Discovery y EstiloDF, mientras desarrollaba proyectos propios y estrategias para marcas. Actualmente, forma parte de la agencia Lenom, liderando el área de gastronomía, y de AMBRE, una plataforma que genera experiencias y encuentros para amantes de la buena mesa.
“Más que una cuenta de Instagram, lo que buscamos es un punto de encuentro para quienes comparten el gusto por comer y pasarla bien… generar una conversación que vaya más allá de la mesa.”
¿Qué necesita un restaurante para conectar con su comunidad?
Su respuesta es directa:
“Lo más importante de un restaurante es que comas rico. Puedes tener un gran servicio, un diseño impecable y una estrategia de comunicación perfecta, pero si no se come bien… no funciona. Hoy más que nunca soy de la idea ‘back to basic’. Me gusta ir a los clásicos y darles tiempo a los nuevos para que se consoliden.”
Turismo y raíces
Su paso por Hotel Bo en Chiapas marcó un capítulo importante en su carrera.
“El turismo ha sido parte de mi vida personal desde que era niño. He tenido la oportunidad de viajar, sobre todo por México, y eso me ha llevado a desarrollar estrategias para destinos y marcas. Chiapas es de los estados más ricos que existen en este país, en todos los sentidos.”
Emprender y aprender: el caso de Tomorrowland Tailors
Max también ha llevado su visión a negocios propios, como la sastrería Tomorrowland Tailors, que operó por siete años.
“Desarrollamos un proyecto que en México no era visible… Sabía que había sastrerías tradicionales, pero queríamos un concepto con bases sólidas. En la pandemia decidí cerrar y emprender un viaje. Aprendí que todo tiene solución, todo tiene camino, menos la muerte. Y hasta en la muerte hay un camino de enseñanza.”
El arte de ser anfitrión
Para él, ser un buen anfitrión va más allá de recibir:
“Primero que nada, hay que disfrutar ser anfitrión. Para mí es esencial compartir y escuchar… porque si escuchas a quien invitas, podrás ejecutar una buena experiencia. Soy una persona curiosa, eso me ha llevado a descubrir lugares, personajes e historias. Para ser anfitrión, primero hay que gozarlo, y después, si tienes eso en ti, lo vas a poder compartir.”
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