Las tortas ahogadas son más que un antojo callejero. Son una expresión auténtica de la identidad tapatía. Cada mordida mezcla historia, tradición y sazón.
TE PUEDE INTERESAR: 5 nuevos wine bars en CDMX que valen la pena
Originarias de Guadalajara, estas delicias se preparan con birote salado, carnitas suaves y, por supuesto, una salsa de tomate o chile. Pero no todas las tortas son iguales: la diferencia entre salsa cruda y cocida transforma la experiencia.
Las tortas ahogadas acompañan la vida de un tapatío de principio a fin. Recuerdo disfrutar de una saliendo de la primaria, pedirla en bolsa y comerla a modo de “congelada” camino a Vallarta, buscarlas en la peor de mis crudas o devorarme una en la “cena de desvelados” de las bodas de mis amigos.
Si bien existen diferentes tortas en el país, y todas ellas nacen de la necesidad de poder consumir un alimento rápido y práctico, esta tiene una principal diferencia: son bañadas en salsa que tal vez podrían dificultar la logística de comerlas de manera rápida o práctica.
Este platillo, que tiene su origen en la ciudad de Guadalajara, se prepara con un birote salado, se rellena de carnitas y frijoles refritos y se termina bañando o ahogando en salsa de tomate y/o chile de árbol. Se puede sazonar con limón y cebollas moradas desflemadas. Siendo la salsa el principal ingrediente, veo necesario hacer la primera división con base en la preparación de la salsa: cruda o cocida.
La salsa cruda se prepara con jitomate molido, ajo y chile sin hervir, mientras que la salsa cocida somete a cocción los ingredientes para dar otra paleta de sabores. Dependerá de cada quien elegir la favorita. En el caso de esta última también cabe mencionar que se puede servir caliente o al tiempo.
Si buscas probar las dos versiones, te compartimos seis lugares imperdibles para descubrir la mejor versión de las tortas ahogadas en la ciudad.
1. Don José de la Bicicleta
Ubicado en la zona de Santa Tere, este clásico tapatío ofrece tortas con salsa cruda que respetan la receta tradicional. El pan es crujiente, mientras que las carnitas se deshacen. Don José se hizo famoso por vender en bicicleta y su legado sigue vivo. La salsa tiene un picor balanceado, ideal para quienes buscan autenticidad.
No hay mesas, pero vale la pena comer parado en la banqueta. La experiencia es callejera, directa y sin pretensiones, como deben comerse las tortas ahogadas.
2. Tortas Los Güeros
En la colonia Americana, este local destaca por su salsa cruda especiada. El sabor tiene un giro moderno, pero no pierde el respeto por la tradición. Los Güeros ofrecen varias proteínas, desde carnitas hasta buche. El pan no se deshace y absorbe la salsa justo en la medida perfecta.
También tienen opciones sin picante, para quienes apenas se inician en el mundo de las tortas ahogadas.
3. Tortas El Príncipe Heredero
Esta joya de la zona centro trabaja con una salsa cocida de sabor profundo. Las carnitas son jugosas y no necesitan aderezo extra. La salsa se impregna por completo, creando una experiencia cálida, reconfortante y sabrosa.
El lugar es sencillo, pero su sazón ha ganado seguidores por generaciones. Pide tu torta con cebolla morada y agrega unas gotas de limón.
4. Tortas El Profe Jiménez
Ubicadas cerca de Oblatos, estas tortas destacan por su salsa cocida muy espesa. Tienen un sabor concentrado, casi ahumado. El Profe Jiménez sabe cómo balancear tradición con un toque distintivo. Su receta incluye hierbas que elevan el perfil de la salsa.
Las porciones son generosas. Aquí puedes elegir carnitas suaves o crujientes, dependiendo del punto que prefieras para el contraste con el pan.
5. Tortas Enrique El Viejo
Con décadas en el negocio, Enrique El Viejo sirve tortas con salsa cocida que saben a Guadalajara pura. El pan siempre está fresco y firme. Las carnitas tienen un dorado perfecto. La salsa es rica, densa y ligeramente dulce. El chile de árbol aporta sazón sin llegar a quemar.
El ambiente es familiar, con atención rápida. Su receta ha permanecido igual por más de treinta años, y eso se nota en cada bocado.
6. Tortas Ahogadas Alex Co
Este local en la zona de Chapultepec se ha vuelto popular por combinar tradición y modernidad. Usan salsa cocida con un giro contemporáneo. El toque especial está en los ingredientes. Además de carnitas, ofrecen cochinita o arrachera. La salsa se cocina lentamente con chile guajillo y especias.
El lugar tiene un diseño atractivo y es ideal para foodies que buscan la foto perfecta sin sacrificar sabor. Las tortas ahogadas aquí son una sorpresa.
