Si algo llena de orgullo a los mexicanos es su gastronomía, la cual destaca por su sabor, colores, tradición y olor (que a kilómetros enamora), por lo que los chefs que nos representan desde nuestras tierras hasta fuera de ellas son un motivo de inspiración, ejemplo de ello tenemos a los chefs Alejandra Navarro y Ernesto Hernández de Botánico, restaurante mexicano que fue reconocido por la Guía Michelin.
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Ale Navarro y Ernesto Hernández son dos chefs que, a través de su amor por la gastronomía, han logrado transformar el panorama culinario de la Ciudad de México. Su historia, llena de pasión, dedicación y una gran conexión con la naturaleza y los ingredientes locales, ha marcado un antes y un después en la cocina contemporánea.
Alejandra Navarro
Antes de convertirse en una chef de renombre, Alejandra ya cocinaba por el simple placer de hacer sonreír a los demás. Su amor por la cocina la llevó a estudiar gastronomía en una escuela en Michoacán, pero su verdadero despegue profesional llegó cuando formó parte del equipo de Quintonil, uno de los restaurantes más prestigiosos del país. Allí, Alejandra se entrenó y perfeccionó sus habilidades durante dos años, pero su inquietud por aprender más la llevó a España, donde vivió nuevas experiencias que enriquecieron su visión de la gastronomía.
Tras su regreso a Quintonil por otros dos años, Alejandra se embarcó en una nueva aventura, esta vez liderando Botánico, un restaurante que se encuentra en el corazón de la colonia Condesa, rodeado de naturaleza. Junto con su socio Ernesto Hernández, Alejandra transformó este espacio en un lugar único, un oasis culinario donde los sabores son auténticos, frescos y vibrantes, y donde cada plato cuenta una historia de amor y dedicación.
La apuesta por la calidad y la creatividad no pasó desapercibida, y Botánico fue incluido en la Guía Michelin México 2024, un reconocimiento que habla de su compromiso con la excelencia. Para Ale, cocinar sigue siendo una forma de hacer feliz a los demás, de compartir lo que ama con quienes se sientan a su mesa.
Ernesto Hernández
Originario de Baja California, Ernesto Hernández es un chef que ha logrado una madurez culinaria mucho más allá de sus años. Su carrera comenzó en Valle de Guadalupe, una región famosa por sus vinos y su rica tradición gastronómica. Allí, Ernesto descubrió su pasión por la cocina, pero fue su búsqueda de nuevas experiencias la que lo llevó al paradisíaco Tulum, donde el fuego se convirtió en su aliado y lo inspiró a profundizar en la interacción entre la naturaleza y los ingredientes.
Después de su experiencia en el Caribe, Ernesto llegó a la Ciudad de México, donde trabajó en dos de los restaurantes más renombrados del país, Pujol y Quintonil. En Quintonil, se destacó como líder, ganándose el respeto por su dedicación a la calidad y la innovación. Su filosofía culinaria puede resumirse en una frase: «aprender las reglas como profesional para luego romperlas como un artista», un reflejo de su constante deseo de desafiar los límites y ser creativo.
Pero fue con la apertura de Botánico, junto a Alejandra, donde Ernesto dio rienda suelta a su visión gastronómica. En estos tres años de trabajo en conjunto, ambos han logrado construir un equipo comprometido y una cocina que refleja sus propias experiencias, la nostalgia por los productos locales y su pasión por la autenticidad. Este esfuerzo les ha valido reconocimientos como el título de «Best New Chef» otorgado por la revista Food & Wine, y la inclusión de Botánico en la prestigiosa Guía Michelin.
Sin embargo, Ernesto cree que estos logros son solo una consecuencia del trabajo en equipo y de la pasión diaria en la cocina. Para él, el verdadero éxito no se mide por los premios, sino por la conexión con su equipo y la satisfacción de los comensales que disfrutan de sus creaciones.
Un legado culinario juntos
Alejandra y Ernesto no solo comparten una visión gastronómica, sino también una filosofía de vida: la cocina como una forma de conectar con el mundo, de compartir historias, sabores y momentos. Botánico es el reflejo de esta visión, un lugar donde la naturaleza y la gastronomía se encuentran en un abrazo perfecto, invitando a todos a disfrutar de una experiencia culinaria única en la Ciudad de México.
Gracias a su pasión, creatividad y trabajo en equipo, Alejandra y Ernesto están dejando una huella imborrable en la escena gastronómica, transformando cada plato en un acto de amor y dedicación.