Festival ‘Gastronomía sin Fronteras’ deslumbra en Angelópolis en Puebla


En el corazón de Puebla se vivió una experiencia culinaria única del 15 al 19 de octubre: el festival “Gastronomía sin Fronteras”, organizado en el Centro Comercial Angelópolis con el apoyo de MexBest, el medio líder en gastronomía en México y Latinoamérica, también acompañados de nuestra jurado Ana Lorenzana.

El centro comercial en Puebla se vistió de gala para recibir un mosaico de sabores y tradiciones. La cita congregó a decenas de restaurantes bajo un mismo techo, mezclando lo mejor de la cocina poblana con sabores internacionales.

Un ambiente festivo y comunitario

Las luces, la música suave y el murmullo de la gente crearon un ambiente cálido y festivo. Parecía que cada paso guiaba hacia una nueva sorpresa culinaria: niños con los ojos abiertos disfrutando un pedazo de pizza al carbón, amigos brindando con vino de la casa, parejas repartiendo una enorme ensalada caprese.

La atmósfera vibraba con risas, charlas animadas y el constante chisporroteo de platillos en cocción. Todo el mundo se sentía parte de la experiencia: los comensales compartían anécdotas de sabores mientras los chefs los saludaban, demostrando que aquí la cocina no tiene muros, sólo puentes que unen culturas.

Inauguración de «Gastronomía sin Fronteras» con sabor a Puebla

La inauguración, en especial, tuvo sabor patrio. El chef Ángel Vázquez, uno de los cocineros poblanos más reconocidos internacionalmente, ofreció una masterclass exclusiva que rindió homenaje a Puebla. Sobre la mesa se desplegaron platillos llenos de color. Fue una lección de historia en cada bocado, resaltando la fusión de colores, sabores y tradiciones de la cocina local.

Mientras los asistentes degustaban su creación, la sommelier Gina de la Mora dirigía una cata de vino tinto que realzaba los matices de aquel festín poblano. En medio de carcajadas y conversaciones, Vázquez presentó también su libro “Cocina Poblana”, compartiendo historias de recetas antiguas vistas con una mirada contemporánea. Fue un acto íntimo: el maestro y el público conectados en una comunidad que ama la gastronomía.

TE PUEDE INTERESAR: Dónde comer ramen en la CDMX: los 6 mejores restaurantes

Clases magistrales: aprendizaje íntimo con los chefs

Durante los cinco días del festival, el salón central se transformó en un aula de cocina a cielo abierto. Los chefs de los restaurantes de Angelópolis impartieron masterclasses donde la cercanía era la clave. En grupos pequeños y desenfadados, los cocineros mostraron sus trucos con paciencia y entusiasmo. No hubo barreras: se preguntaba sin pena por los ingredientes secretos y se aprendía degustando cada preparación al instante. Aquellas sesiones únicas permitieron compartir no sólo recetas, sino también anécdotas personales y la pasión de cada cocinero. En cada puesto se respiraba camaradería: chefs y comensales conversando sin prisa entre cucharones humeantes, demostrando que el verdadero ingrediente de esta fiesta era la conexión humana.

Sabores y participantes estelares

El catálogo de sabores que se asomó en Angelópolis fue tan variado como delicioso. Seratta rindió tributo al mole poblano con sus clásicas enmoladas: tres tortillas esponjosas cubiertas en mole intenso, suaves al paladar y rebosantes de tradición. Foganza encendió el ambiente con su cocina a la parrilla; la brasa chisporroteante impregnó de humo y jugosidad cada pork belly al estilo Foganza, acompañado de pequeñas arepas de maíz dorado. Donato Cammarano, un emblema de la comida italiana en Puebla con casi seis décadas de historia, compartió la calidez de sus recetas familiares: pastas frescas y salsas perfumadas que transportaban a un trattoria europeo.

Cata de café chiapaneco

En un rincón aromático de Angelópolis, Starbucks creó su propio espacio de descubrimiento. Durante cuatro días, sus baristas ofrecieron una exclusiva cata de café de Chiapas.

Los visitantes pasaban por ahí atraídos por el perfume intenso de tostado: aprendían cómo, a través de cada paso desde la semilla, se liberan notas achocolatadas y frutales características del café chiapaneco. Con cada sorbo narraban historias: recuerdos de las montañas de Chiapas, el cuidado del cafetalero, la calidez de la comunidad cafetera. Así, una simple taza con espuma se convirtió en un viaje sensorial, casi un cuento líquido, que terminó de envolver a los asistentes en la magia de este festival.

Cultura y convivencia en cada bocado

Al caer la tarde del último día se sentía que Gastronomía sin Fronteras en Angelópolis había logrado mucho más que llenar estómagos. Cada plato había sido una excusa para encontrarse, aprender y celebrar juntos. Las mesas compartidas, los nuevos amigos hechos al intercambiar un postre, las sonrisas bajo la luz de las guirnaldas: todo eso quedó grabado como el ingrediente principal de la fiesta.

Como dice su slogan, donde hay sazón, siempre hay celebración. Y al fin del camino sabíamos que, más allá del sabor, este festival había reivindicado la idea de que la cocina es cultura, y convivir alrededor de ella es celebrar la vida misma.

Zeen is a next generation WordPress theme. It’s powerful, beautifully designed and comes with everything you need to engage your visitors and increase conversions.