Un viaje por la historia y cultura de la propina: desde su origen medieval hasta por qué en muchos países hoy ni se espera ni se da.
Aunque hoy parte del ritual gastronómico global, la propina nació en la Europa medieval como una muestra voluntaria de gratitud hacia los servidores. Con los siglos, lo que se ofrecía como un gesto opcional se transformó en norma económica, particularmente en Estados Unidos, donde la propina llegó a reemplazar la remuneración básica de trabajadores, en un sistema cimentado en la explotación de personas racializadas tras la Guerra Civil.
Y, aunque presente en muchos países, su uso no es universal: en naciones como Japón o Dinamarca, la gratuidad por servicio no es ni esperada ni bienvenida.

¿Cómo nació la propina?
Aunque hoy se espera casi por costumbre, la propina nació como un simple “gracias”.
- Europa, siglo XVI: nobles británicos solían dar monedas a sus sirvientes “por un buen servicio”.
- De ahí viene el término inglés tip, abreviación de “To Insure Promptitude” (para asegurar rapidez).
- Con los años, ese gesto pasó de voluntario a esperado.
¿Y por qué se volvió obligatoria en Estados Unidos?
Después de la Guerra Civil, muchos restaurantes y hoteles en EE. UU. contrataban a personas afroamericanas liberadas… sin pagarles sueldo, esperando que vivieran solo de propinas.
Así, se volvió una forma de explotación disfrazada de costumbre.
Con el tiempo, el sistema de propinas se normalizó, y hoy es prácticamente obligatorio en muchos sectores:
- Restaurantes
- Bares
- Hoteles
- Taxis
En EE. UU., los meseros incluso ganan menos del salario mínimo, con la idea de que lo compensan con propinas.

¿Y en México?
En México, la propina también es parte importante del ingreso de miles de trabajadores, especialmente en restaurantes, bares, hoteles y servicios turísticos.
Aunque no es obligatoria por ley, se espera una propina del 10 al 15 %, y negarse a dejarla puede generar incomodidad o malos entendidos.

Lo curioso:
- No hay una regulación clara, pero sí una presión social.
- Muchos trabajadores dependen totalmente de las propinas para completar su ingreso.
- Algunos lugares (sobre todo turísticos) ya la incluyen automáticamente en la cuenta.
¿Y en otros países?
Aquí es donde la historia se pone interesante.
Lugares donde la propina sí se da:
- EE. UU., México, Canadá, Brasil, Argentina, Egipto, India
- Es común dejar entre 10–20 % del total
Lugares donde no se acostumbra:
- Japón, China, Corea del Sur, Australia, Dinamarca, Francia, Suiza
- Puede ser mal visto o incluso ofensivo
- El sueldo del trabajador ya incluye el servicio
¿Por qué no se da propina ahí?
- Pagan salarios justos sin depender del cliente
- El servicio suele venir incluido en el precio
- Se considera una falta de respeto al profesionalismo del trabajador

¿Dejar o no dejar propina?
Depende del lugar, pero lo importante es conocer la cultura local y entender el contexto.
En países como México, sí hace una gran diferencia para quien te atendió.
En lugares como Japón o Dinamarca, no hace falta y puede incomodar.
La propina no es solo un gesto económico: refleja historia, cultura y desigualdad. Lo que empezó como una cortesía hoy marca la diferencia entre subsistir o no para millones de trabajadores.
Así que la próxima vez que pagues la cuenta, pregúntate:
¿es un agradecimiento… o una necesidad?


