De julio a octubre, los bosques de México se llenan de vida y sabor con la temporada de hongos silvestres.
El festín de la temporada
La llegada de las lluvias trae consigo uno de los tesoros más apreciados de la cocina mexicana: los hongos silvestres. Desde hongos de ocote/oyamel hasta setas y porcini locales, su diversidad convierte a los bosques en mercados vivos que abastecen tanto a comunidades locales como a restaurantes de alta gama.
En estados como Oaxaca, Puebla, Michoacán y el Estado de México, la temporada no solo se vive en la mesa, sino también en la montaña: caminatas guiadas, festivales micológicos y ferias gastronómicas permiten a los viajeros descubrir el ciclo natural de estos ingredientes.

Rutas y destinos para recolectar
- Parque Nacional El Chico, Hidalgo: un destino de montaña donde se realizan recorridos guiados para conocer especies comestibles y su papel en el ecosistema.
- Cuajimoloyas, Oaxaca: este pueblo de la Sierra Norte organiza rutas micoturísticas donde los visitantes recolectan hongos con guías locales y disfrutan de platillos tradicionales como sopas y quesadillas de setas.
- Amecameca y Ozumba, Estado de México: la cercanía con la CDMX los convierte en escapadas populares para quienes buscan vivir la experiencia de recolectar hongos en familia.

Experta en el tema: Nanae Watabe
Fotógrafa y divulgadora del reino fungi, Nanae Watabe organiza salidas guiadas para recolectar, identificar y cocinar hongos silvestres —experiencias que este año está realizando en bosques del Estado de México—, y es autora del libro Estado de Hongos (Novo, 2024), un recorrido visual por mercados, cocinas y comunidades recolectoras en Edomex, Puebla y Oaxaca. Si quieres vivir la experiencia con guía experta (y responsable), sus salidas y talleres son un gran punto de partida.

De los bosques a la alta cocina
La cocina contemporánea mexicana ha encontrado en los hongos silvestres una inspiración inagotable. Restaurantes como Pujol y Quintonil en Ciudad de México, Máximo Bistrot o Alcalde en Guadalajara, incluyen menús de temporada donde resaltan la versatilidad de estos ingredientes: desde salsas y moles hasta reinterpretaciones modernas como nigiris de setas.
Además, panaderías y proyectos gastronómicos experimentales han comenzado a utilizar hongos para fermentaciones, caldos y hasta coctelería, llevando este producto ancestral a nuevas fronteras.

¿Cuándo y cómo vivirlo?
La temporada abarca de julio a octubre, dependiendo de las lluvias. Para vivirla al máximo:
- Explora ferias y festivales locales en Puebla, Oaxaca y Michoacán.
- Reserva tours micológicos con guías certificados.
- Busca menús especiales de temporada en restaurantes de alta cocina.
Revisa reportes de campo de guías locales antes de ir: este año hay zonas con menor afloración (p. ej., Xalatlaco) y otras con muy buena temporada; los grupos de Nanae publican actualizaciones antes de cada salida.
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