Sigue leyendo para conocer los licores perfectos para disfrutar con tus amigas
Cuando hablamos de destilados mexicanos, el tequila y el mezcal suelen llevarse el protagonismo. Sin embargo, existen otros licores mexicanos que están ganando popularidad por su sabor único, su elaboración artesanal y su historia. Hablamos del Sotol, el Bacanora y la Raicilla, tres bebidas que están revolucionando la industria y poniendo en alto la riqueza cultural de México.
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Sotol: El tesoro del desierto
El Sotol, conocido como «El sabor del desierto», tiene su denominación de origen en Chihuahua, Coahuila y Durango. Aunque su proceso es similar al de los destilados de agave, el Sotol se elabora con la planta del mismo nombre, también llamada sereque, que pertenece a la familia de los ajos y las cebollas.
Esta bebida ancestral era utilizada por los tarahumaras con fines medicinales y ceremoniales. Su sabor es fresco, con notas de hierbabuena, cítricos y almendras, mientras que su aroma recuerda a la leña verde. Con una graduación alcohólica que varía entre 35 y 55%, el Sotol ofrece una experiencia aterciopelada y distinta a cualquier otro destilado.
Dato curioso: A pesar de no ser un destilado de agave, el Sotol comparte el estatus de bebida icónica por su identidad y tradición.
Bacanora: Tradición y sabor de la sierra
Originaria de Sonora, el Bacanora se produce con el Agave Pacífica, también conocido como angustifolia. Este destilado tiene una historia marcada por la resistencia, ya que su producción fue prohibida durante la Ley Seca en el siglo XX, pero nunca desapareció gracias a las tradiciones familiares.
El Bacanora destaca por su equilibrio entre notas ahumadas y dulces, con matices vegetales como pimientos verdes asados. Actualmente, su elaboración artesanal conserva métodos tradicionales, desde el asado de las piñas de agave hasta la destilación. Esto garantiza un producto 100% natural y de alta calidad.
¿Sabías qué? El nombre Bacanora proviene del municipio sonorense donde esta bebida nació hace más de 300 años.
Raicilla: La joya artesanal de Jalisco
La Raicilla, un destilado elaborado principalmente en Jalisco, se produce a partir de dos variedades de agave: lechuguilla y raicillero. Su proceso artesanal incluye la cocción de las piñas en hornos sellados, fermentación y destilación, resultando en una bebida con una graduación alcohólica de entre 36 y 45%.
Este destilado, dulce y aterciopelado, se disfruta frío y es conocido por su versatilidad, ya que en algunas regiones se mezcla con jugos de frutas tropicales para resaltar su sabor. En 2019, la Raicilla obtuvo su denominación de origen, consolidándose como un emblema de la tradición mexicana.
Un dato interesante: Su nombre surge en la época colonial como una forma de evadir la prohibición española sobre los destilados locales.
El Sotol, el Bacanora y la Raicilla son prueba de la diversidad y riqueza de los licores mexicanos. Estos destilados no solo aportan sabores únicos al mundo de las bebidas, sino que también cuentan historias llenas de tradición y pasión. Si buscas explorar más allá del tequila y el mezcal, estas tres opciones son imprescindibles para tu lista. ¡Anímate a descubrirlos y a disfrutar de la auténtica esencia de México!